Landscaping land art
Landscaping land art
©By Abdel Hernandez San Juan
  Cuando uno ve las pinturas y dibujos de Manuel espinosa, las contempla atentamente, las observa, las disfruta y reflexiona en ellas, nunca puede imaginarse que ese artista tan crucial como predecesor e inspirador en el auge del llamado boom del dibujo en los ochentas asi como tan elucidante y clarificador respecto al previo auge del cinetismo en Venezuela y sobre todo, desde mi punto de vista, impulsor de una redefinición completamente nueva del paisaje –nunca antes vi que el paisaje consiguiera, como en Manuel espinosa, una dimensión filosófica tan elevada—me refiero a sus paisajes de estío—y menos aún que pudiera alcanzar como genero siendo de por si tan antiguo, semejante actualidad, sea el mismo Manuel espinosa asiduo y dedicado escritor y sobre todo, el mismo que escribió las teorías sobre transdisciplinariedad, nuevos paradigmas y complejidad que orientaron y dieron vida al instituto universitario de artes plásticas armando Reveron. 
  No puede uno imaginarlo en principio, porque el Manuel espinosa escritor y epistemólogo de la transdisciplinariedad impresiona por su imaginación desbordante e intelectualmente iluminada, en tanto el Manuel espinosa pintor es sobrio, conciso, comedido, minimalista
   Esta conjugación entre dos cosas aparentemente antinómicas, explicita que se trata de un gran maestro. Pocas veces pude decir esta expresión, sintiendo una coincidencia más exacta en lo que ella expresa y aquel sobre quien se lo expresa. 
  Cuando analizamos de este lado sus obras, llegamos a la conclusión de que se trata de uno de los pocos sino en mi percepción el único artista visual que ha logrado sorprendentemente mostrar como géneros antiguos de la pintura pueden ser hoy –cuando ya parecían agotados, expuestos a nuevas preguntas filosóficas completamente renovados
   Pienso aquí en sus paisajes de estío, que interpreto como un sorprendente statement sobre el land art único en lenguaje bidimensional, estos muestran como el land art es una filosofía, un modo de mirar hacia el interior de la subjetividad y un modo de explorar la relacion entre esta y la exterioridad natural, sin necesariamente salir más allá de los límites del cuadro hacia los emplazamientos naturales. Esto es nuevo. 
  Es sin embargo relevante comprender, que estas obras no están hechas a la manera tradicional del paisaje en el modo de una mera contemplación perceptiva de paisajes pre-dados y tomados como modelo de la percepción, sino que surgen, como decía en otro texto, de extensos procesos de inmersión en grandes áreas naturales, de esto modo, a diferencia de Walter de Maria o Richard long, smithson o le wit que se iban a los espacios naturales, paisajes geológicos, para desplegar en ellos sus obras como sitios y emplazamientos de exploración, Manuel hace lo inverso
   Se va a esos sitios por largos periodos de tiempo pero no para intervenirlos, no se trata, de quedarse en ellos,  
 sino de una actividad de rutina en lo cotidiano, es decir, que en sus trayectos cotidianos en camino de caracas a Anzoátegui, para su automóvil y se inmersióna exploratoriamente en estos espacios, lo hace, sin embargo, no para exponer en ellos sus obras, sino para crear obras bidimensionales que son formas de transformar el paisaje como género en arte tierra. Esto recuerda en algo la actitud del cubano Bedia en sus primeros paisajes, pero lo que hace Manuel es distinto, una verdadera asunción de la tela como superficie para el land art que renueva el paisaje desde adentro, hechos en tierras traídas de esos sitios geológicos y clasificadas con minuciosidad, transformadas en pigmentos  
  En el mismo modo sus dibujos y sus cinetismos esclarecen muchas cosas sobre ambos dibujos y cinetismo venezolanos ya que, cual ocurre con sus paisajes que parecen paisajes filosóficos de arte tierra, sus dibujos y sus obras cinéticas son más reflexivas que las de otros dibujantes y cinéticos del mismo boom
   Hay en Manuel como un moverse hacia el interior de la subjetividad con el objetivo de exponer a la reflexión filosófica en lenguaje plástico cuestiones que otros artistas desplegaban hacia afuera en un modo más objetual y retiniano. Manuel llama asi tanto al paisaje, como al dibujo y el cinetismo a una especie de catedra de reflexión hacia adentro que los transforme o vuelva en un taller de preguntas y menos en la afirmación hacia afuera de una sola respuesta
  a pesar de ello, no deja de resultar contratante el discurso meramente visual cuando lo tenemos ante nosotros en comparación con su escritura, en esta ultima el concepto de imaginación haya posibilidades, vías e itinerarios que de por si se alejan de nuestras usuales acepciones de esta noción. 
   De hecho, la imaginación, como la entendemos usualmente, tanto en la filosofía como en el arte, remite usualmente a algo que se separa de las sujeciones de la reflexividad y se libera en un espacio de sueños, tropos, metáforas y construcción alegóricas, se trata aquí, con su escritura, a diferencia de ello, de otro concepto distinto de imaginación, uno al cual miguel Posani tambien se ha referido. Esto hace pensar por momentos en el giro inusitado que dio Bachelard entre el racionalismo y la filosofía de la imaginación, pero aunque relacionado en el sentido de la actitud hacia el conocimiento, es distinto
     Decimos imaginación respecto a Manuel espinosa debido a que partiendo de una perspectiva sin dudas racionalista e incluso apegada a la cientificidad, explora las posibilidades de una conjunción nueva entre epistemología e intuición, entre conocimiento racional y conocimiento intuitivo dando a la creación un lugar prominente que de por si esta no tiene usualmente en el pensamiento racional, 
   de hecho, el centro de sus textos estriba en el modo como conjuga lo racional con lo intuitivo, lo racional reflexivo con una idea de hipótesis que pasa de la mera experimentación de test de laboratorio, hacia la implementación de nociones de diseño que se mueven de la reflexividad hacia la realidad, esa realidad, sin embargo, hacia la que se mueve una idea de diseño que conjuga lo racional reflexivo con lo visual imaginativo, no se refiere en Manuel a los espacios urbanos o de la arquitectura como en zoto, alejandro otero o cruz diez, o hacia los emplazamientos o sitio naturales como en el land art a que me refería antes, sino hacia la creación por ejemplo del cid, centro de investigación del iuesapar, hacia la definición de los mismos talleres de aprendizaje o hacia proyectos experimentales como la eco-eia. A diferencia del retineanismo fisiológico, óptico y ludricista de Zoto, el cinetismo logarítmico y arquitectural de otero o el diseñismo geométrico de cruz diez, son piezas cineticas, en el mismo modo en que sus paisajes respecto al género y al land art, o en que sus dibujos respecto al dibujismo de los ochentas, son más filosóficos y reflexivos que propiamente apegados a los ilusionismos o efectos de la percepción, la línea o la materia
   no he leído aun su libro uno y múltiple, aunque si algunos de los ensayos que publico en su página uno y múltiple, pero me refiero mayormente a ensayos suyos que circularon e inspiraron los textos programáticos que definen la universidad de arte que estuvieron en la base de la creación del iuesapar asi como del cid. 
  
Notas
Que Manuel espinosa es un gran maestro, una individualidad magistral en la intelectualidad venezolana no es para nada una percepción u opinión mía, otros colegas me lo han confirmado, amigos y colegas como miguel Posani, epistemólogo, psicólogo ambiental, teórico venezolano, y grandes artistas venezolanos como Antonieta sosa y Jacobo Borges, tambien lo ven de este modo
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